viernes, 22 de julio de 2016

¿Cómo derrotar al Estado Islámico?


A medida que el Estado Islámico reivindica la responsabilidad de inspirar cada vez más ataques en todo el mundo, encontrar una manera de derrotar al grupo es más importante ahora que nunca. En la Convención Nacional Republicana en Cleveland, que terminó el jueves, los oradores plantearon el tema, algunos cuestionando la estrategia lenta y constante de la coalición liderada por EE.UU. contra el Estado Islámico. Pero lo cierto es que las tácticas de la coalición han comenzado a funcionar. Durante la cuarta reunión de la coalición, que tuvo lugar el miércoles y jueves en Washington, el secretario de Defensa de EE.UU. Ash Carter, habló de los avances que habían hecho contra el Estado Islámico y la recuperación de la iniciativa en la lucha. Sin embargo, a pesar del progreso de la coalición, la lucha contra el Estado Islámico ha puesto de manifiesto que no hay una bala de plata para derrotar a este grupo o a cualquier otro grupo extremista.


Mientras que la convención en Cleveland se ha centrado en la derrota del Estado Islámico, la reunión en Washington miraba a lo que vendrá después y cómo combatir el aumento de los ataques y la actividad afiliada al Estado Islámico en todo el mundo. Ministros de Defensa y Exteriores de más de 30 países participaron en las conversaciones, dando lugar a algunas nuevas ideas pero nada más. Algunas de ellas son, por ejemplo, la unión de los sistemas de alerta temprana y control aerotransportado (AWACS) de la OTAN a los ya desplegados por los Estados Unidos, lo que ayudará a la coalición a realizar más ataques aéreos directos en Irak y Siria. Además, se coordinaron los preparativos tácticos militares para el avance que se avecina en Mosul en Irak y la batalla por Raqqa en Siria, y la iniciativa de obtener ayuda para Irak, iniciativa que ha quedado en un compromiso de 2 mil millones de dólares que pondrán de su bolsillo los miembros de la coalición.

Al confiar en las fuerzas locales y al seguir una estrategia de participación limitada que es más sostenible para los Estados Unidos, la coalición ha erosionado el territorio básico del Estado Islámico, aunque lentamente. A pesar de que han necesitado más de un año para hacerlo, los esfuerzos de la coalición han ayudado a recuperar gran parte del territorio que el grupo militante tenía en Irak y Siria. Las victorias recientes, incluyendo la toma de Faluya y el diezmo de las fuerzas del Estado Islámico en Hawija, ponen de manifiesto los avances que la coalición ha hecho, especialmente en Irak, y subrayan la importancia de sus socios locales. 

Sin embargo, los problemas persisten en los territorios recuperados. las células operativas clandestinas que permanecen en las provincias retomadas de Irak continúan realizando ataques. Se cree que una pequeña célula de militantes del Estado Islámico de la provincia de Diyala ha planeado el ataque con camión bomba que mató a cerca de 300 personas en el acomodado barrio bagdadí de Karrada el 2 de julio, dando rienda suelta a la ira de los iraquíes que no confían en su gobierno para protegerlos.

Lo que es más, los combates en sí son devastadores para los civiles tanto de Siria como de Iraq, y si no se satisfacen sus necesidades, el ciclo de violencia en la región podría continuar. Los 2 mil millones de dólares en ayuda que los miembros de la coalición piensan enviar son parte de la intención de ayudar a mitigar el desorden inevitable que causará la próxima batalla de Mosul y para proteger a los civiles que podrían quedar atrapados en la ciudad. Con alrededor de 1 millón de personas y siendo un centro de población árabe sunita, Mosul es de vital importancia para el Estado Islámico. A medida que las fuerzas iraquíes y kurdas avancen en la ofensiva lenta pero segura alrededor de la ciudad, los flujos de refugiados provenientes de la zona podrían incrementarse.

Hasta el momento, la presión constante aplicada por los diferentes miembros de la coalición durante el tiempo, con el importante apoyo de los socios locales, ha demostrado ser una estrategia eficaz contra el Estado Islámico. Pero al llevar a cabo la ofensiva de Mosul, la coalición corre el riesgo de inflamar la enemistad entre suníes y chiíes, así como las Fuerzas de Movilización Popular chiítas apoyadas por Irán compiten por su lugar en la lucha. Las tensiones también podrían aumentar dentro de la población suní, ya que muchos de los residentes de Mosul fueron considerados cómplices en la invasión de 2014 por el Estado Islámico.

Por otra parte, después de que el Estado Islámico haya sido derrotado, Irak tendrá una serie de problemas que tratar. En muchos sentidos, el Estado Islámico es un factor de unidad, ya que mantiene a enemigos regionales trabajando juntos. Sin la causa común de la lucha contra el grupo en Irak, la situación política entre el Kurdistán iraquí y Bagdad podría desmoronarse. Ambos gobiernos han llegado a amargos callejones sin salida en sus esfuerzos por implementar la reforma económica y reconciliar a las facciones políticas en sus respectivas jurisdicciones, pero su objetivo común de derrotar al Estado Islámico los mantiene trabajando juntos a trompicones.

La eliminación de la amenaza global que significa el Estado Islámico es un esfuerzo gradual que requiere una cantidad significativa de cooperación interna e internacional, confianza y negociación. Llevará su tiempo, pero las razones para proceder con precaución en la derrota de Estado Islámico son múltiples. Desviarse de la estrategia sólo introduciría una mayor incertidumbre en una lucha ya de por sí complicada.

Créditos de las fotos: Day Donaldson / CC BY.

M.A.S.H.A: KEÑGIPRM

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