miércoles, 25 de mayo de 2016

La Batalla de Raqqa


Foto de la zona este de la ciudad de Al-Raqqa, en Octubre de 2009. (Bertramz / Wikimedia Commons / CC BY)

La batalla por Raqqa, capital del autoproclamado Estado Islámico en Siria, ha comenzado. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) están avanzando hacia la ciudad, atacando al grupo yihadista en los pueblos de al-Hisha, Tal Samen y Mutamshirij a lo largo del camino. Debido a la importancia estratégica de Raqqa, Estado Islámico hará todo lo posible por mantener la ciudad en su poder. Expulsar a los militantes de su fortaleza no será fácil ni barato, pero si las FDS tienen exito, se acelerará enormemente la derrota de Estado Islámico en Siria.


Durante meses, las FDS, apoyadas por Estados Unidos, se han colocado en primera línea, a unos 40 kilómetros al norte de Raqqa.  Varios vídeos han aparecido mostrando grandes convoyes, incluyendo transportadores de tanques que llevaban vehículos blindados, desplazándose a lo largo del área mientras las FDS se preparaban para volver a arrebatar la ciudad a los combatientes de Estado Islámico que la capturaron en 2013. Durante la semana pasada, los Estados Unidos comenzaron a lanzar panfletos sobre Raqqa instando a sus ciudadanos a salir, proclamando: "El tiempo que habéis esperado ha llegado. es el momento de salir de Raqqa." Luego, entre el 21-22 de mayo, El General de cuatro estrellas Joseph Votel -Comandante del U.S. Central Command y el oficial de más alto rango de EE.UU. que ha viajado a Siria durante el conflicto - visitó a los combatientes de las FDS en el norte del país. 

Como los signos inminentes de la batalla eran obvios, Estado Islámico comenzó a hacer los preparativos para la defensa, mediante el aumento gradual de sus defensas a lo largo de Raqqa. Y el 24 de mayo, las FDS comenzaron a desplazarse, lo que anunciaba el inicio de su avance largamente esperado.

Pero lo cerca que el grupo sea capaz de llegar al corazón de la ciudad será determinado por una sola cosa: su composición étnica. Raqqa es una ciudad con una mayoría árabe. Debido a que las FDS y sus aliados no sólo quieren recuperar la ciudad, sino que también quieren mantenerla y gobernarla, van a necesitar una fuerza árabe considerable si esperan alcanzar sus objetivos con el apoyo local. Sin embargo, las FDS están actualmente dominadas por las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG), que han sido eficaces contra Estado Islámico en el territorio en el que están familiarizadas- en el norte y noreste -, pero están menos inclinadas a encabezar operaciones más al sur hacia Raqqa. Por otra parte, cuanto más profunda sea la incursión de los kurdos en territorio árabe, más se arriesgan a cimentar las sospechas de los rebeldes y el apoyo al Estado Islámico de las poblaciones locales.

Aún así, los combatientes árabes se han ido incorporando a las filas de las FDS en masa. De hecho, la formación de estos combatientes de la Coalición Árabe Siria es uno de los propósitos principales de los 250 miembros de fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos desplegados en Siria en abril, y fue probablemente Votel quien comprobó por sí mismo su progreso durante su visita al país.

Una vez que la Coalición Árabe Siria crezca con el tamaño y la fuerza ideales y los últimos preparativos estén completos, las FDS basarán su ofensiva en un ataque directo a Raqqa. Debido a que Estado Islámico no renunciará a la ciudad sin luchar, la batalla probablemente será larga y costosa, y fácilmente durará semanas o incluso meses.

Limitando los recursos de Estado Islámico

La primera y más simple fase de la operación será el avance de las fuerzas de las FDS de su posición actual en la línea de frente al sur de Ayn Issa hacia las afueras de Raqqa. Esta parte de la ofensiva ya ha comenzado, y el 24 de mayo, el grupo había capturado la ciudad de Fatisa, a unos 35 kilómetros de Raqqa.

Una vez que las FDS acorten la distancia entre ellos y las posiciones de Estado Islámico en y alrededor de Raqqa, el ritmo de la batalla se ralentizará considerablemente. Lo que convertirá a la batalla en un avance lento y metódico. Las FDS tendrán que lidiar con artefactos explosivos improvisados, minas, trampas explosivas, terroristas suicidas, contraataques locales y fuego indirecto de morteros y artillería en la ciudad. También tendrán que contar con el apoyo aéreo de EE.UU. para tomar las posiciones más fuertes del Estado Islámico, y a pesar de los esfuerzos para minimizar las bajas civiles, la tendencia de Estado Islámico de usar escudos humanos probablemente conducirá a un alto número de muertos. El esfuerzo por apoderarse de Raqqa, al igual que el empeño de Irak por retomar Ramadi, tendrá un costo terrible, y la destrucción de la ciudad está garantizada.

Para Estado Islámico, la pérdida de Raqqa sería un golpe devastador. La ciudad no sólo tiene un valor simbólico como la capital del autodenominado califato, sino que también es un centro importante para el transporte de combatientes y suministros. Raqqa se asienta en el río Éufrates y es la clave para controlar varias carreteras importantes en Siria. Sin ella, Estado Islámico tardaría mucho más en mover a sus combatientes y suministros desde la provincia de Alepo al este de Siria y más allá. En su lugar, se vería obligado a depender de la carretera de Resafa-Ash Shola, que está cada vez más amenazada por los avances del gobierno sirio hacia Deir el-Zour.

Teniendo en cuenta el significado de la ciudad para las operaciones de Estado Islámico en Siria, se puede esperar que el grupo disponga de todos sus recursos sustanciales y refuerzos para su defensa. Además de enviar más combatientes a al-Raqqa, Es probable que Estado Islámico lance contraataques a lo largo de otras líneas del frente de las FDS, incluyendo al-Hasakah, en un esfuerzo por distraer a su enemigo. Sin embargo, Estado Islámico estará en desventaja: Mientras que las FDS están centrando la mayor parte de su atención en atacar al grupo yihadista, Estado Islámico tiene que lidiar con los rebeldes sirios, las tropas del gobierno sirio, los peshmerga kurdos y las fuerzas iraquíes. 

Dedicando más atención y recursos a Raqqa cuando ya está practicamente perdida, inevitablemente pasará factura al grupo extremista en lo que queda de campaña.