jueves, 7 de julio de 2016

La Militarización del Mar Negro


Marineros a bordo del USS Ross (DDG 71) realizan un breve entrenamiento con armas de fuego mientras el barco opera en el Mar Negro, el 8 de diciembre de 2015. (Justin Stumberg / U.S. Navy)

Desde la anexión rusa de Crimea en 2014, el equilibrio de poder naval en el Mar Negro ha cambiado. Ucrania ha sido casi empujada fuera de la arena mientras Moscú, explotando su posición en la península de Crimea, ha incrementado la fuerza de su flota en el Mar Negro. Mientras tanto, la importancia estratégica de las aguas ha aumentado a los ojos de la OTAN así como el bloque tiene como objetivo reforzar su disuasión contra Rusia en Europa.

Para contrarrestar la presencia de Rusia, Turquía y Rumania promoverán el fortalecimiento de la fuerza naval conjunta de la OTAN en el Mar Negro en la cumbre de Varsovia, del 8 al 9 de Julio. Su propuesta será discutida en la cumbre, al igual que la posibilidad de un aumento de la presencia de la OTAN en los países bálticos y Polonia, además de otras medidas para ampliar la presencia de la alianza en la región.


Pero a medida que la OTAN contempla la mejora de sus fuerzas en el Mar Negro, tiene que lidiar con las limitaciones establecidas por la Convención de Montreux de 1936 sobre el régimen de los estrechos. El pacto impone límites a las naciones que no tienen frontera con el Mar Negro, restringiendo el tonelaje de los buques de guerra, así como el tonelaje adicional, número de buques y la duración de la estancia de una sola nación. Una fuerza multinacional como la OTAN, sin embargo, podría eludir esas restricciones mediante la composición de su flota con barcos de varias naciones y el uso de rotaciones de fuerza. La OTAN también podría apoyarse en estados miembros como Rumania y Turquía, que están exentos en gran parte de las restricciones de la convención, para hacer crecer su flota del Mar Negro.

No todos los miembros de la OTAN son propensos a apoyar un aumento de la presencia naval en el Mar Negro. De hecho, mientras que Rumania podría ser el defensor más entusiasta de la expansión de la presencia de la OTAN en estas aguas estratégicas, la reticencia de Rusia podría frenar el apoyo de Turquía y Bulgaria.

Bulgaria tiene una larga y complicada historia con Rusia, y se ha encontrado en varias ocasiones a favor o en contra del gigante del este. En este momento, la idea de una mayor acritud con Moscú es impopular entre los votantes de Bulgaria. Con una elección presidencial prevista para octubre, el gobierno actual será cauteloso acerca de ser percibido como un antagonista de Rusia. El 16 de junio, el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, reiteró la oposición del gobierno a una mayor fuerza naval de la OTAN en el Mar Negro. Reforzando ese pensamiento, el partido opositor, el Partido Socialista Búlgaro, está presionando para celebrar una audiencia parlamentaria para asegurarse de que el país no se unirá a dichas fuerzas.

Hasta hace poco, Turquía era un firme partidario de la iniciativa de reforzar la presencia de la OTAN en el Mar Negro. Pero en las últimas semanas, Ankara ha hecho un esfuerzo para normalizar las relaciones con Moscú, después de que en Noviembre de 2015, Turquía derribara un avión de combate ruso en la frontera con Siria. A raíz del incidente y la anexión rusa de Crimea, era comprensible que Turquía buscaría una mayor presencia de la OTAN dentro y cerca de sus fronteras como seguro contra posibles represalias militares rusas. Ahora que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha disculpado por el por el derribo del avión ruso, Turquía está tratando de descongelar su relación con Rusia. Como resultado, es probable que Ankara vaya con cuidado con respecto a los despliegues de las fuerzas de la OTAN en el Mar Negro.

En cuanto a la magnitud del número de buques, Rusia no tiene la ventaja en el Mar Negro. Sin embargo, la medida de la proyección de la fuerza naval no es estrictamente un juego de números, y Rusia tiene muchas otras ventajas militares que ayudan a compensar su menor tamaño de flota. Por ejemplo, tiene una ventaja significativa en la aviación naval y los recursos de aviación general que podría usar para las misiones en el Mar Negro. También posee baterías de misiles de crucero antibuque de largo alcance que pueden cubrir la mayor parte del Mar Negro. Rusia ha utilizado su posición en la península de Crimea para construir estas ventajas, y también está en el proceso de modernizar sustancialmente sus fuerzas navales en el Mar Negro.

Rusia tendrá que lidiar con el mayor interés de la OTAN y su mayor presencia en el Mar Negro. En efecto, Moscú ya no puede invocar el Convenio de Montreux y a su propio poder naval para dominar la región, teniendo en cuenta la creciente fuerza naval de Turquía y la capacidad de la OTAN para trabajar alrededor de los límites establecidos por la convención. Sin embargo, la posición de Rusia en la península de Crimea le da ventajas considerables, y Moscú puede trabajar para explotar las divisiones dentro de la alianza de la OTAN y aprovecharse de  esas ventajas. Así como las dos partes se pelean por dominar esta región estratégica, la competencia por controlar el Mar Negro, sin duda, va a calentarse.

En Resumen

- A medida que aumenta en importancia, el Mar Negro será testigo de un incremento de poder naval.

- La OTAN tratará de aumentar su influencia y alcance en el Mar Negro.

- Rusia tratará de explotar las divisiones dentro de la OTAN para socavar la unidad de la alianza en esta región crítica.